miércoles, 3 de septiembre de 2014

Celos, Traición y muerte; crónica de un arrebato


La nueva película de Sandra Gugliotta es un thriller psicológico lleno de suspenso que mantendrá al público inquieto y expectante hasta el final.

Luis Vega (Pablo Echarri) es un escritor, podría decirse un hombre ordinario, algo tosco y ermitaño en busca de su nueva historia, aquella que lo devuelva al circuito.  En esa búsqueda se encontrará con Laura Grotzki ( Leticia Bredice), una mujer enigmática y misteriosa cuyo marido ha sido asesinado y Luis se ha dispuesto a contar su historia.

Pero él ya tiene la suya, casado con Carla (Mónica Antonópulos) lleva una vida casi burguesa, ambos profesionales con buena posición económica, parecen llevar – en apariencia- una vida prolija y sin sobresaltos.  Sin embargo a medida que se sumerja en los laberintos de la ficción, deambulará por los pasillos de su propio infierno.

La paranoia, los celos y la traición serán los invitados que desencadenarán el espanto.  Pablo Echarri logra componer un escritor obsesionado con la intensidad y la masculinidad que sólo él sabe otorgarle a sus personajes.  Un personaje sólido también es el que interpreta Mónica Antonópulos (Carla), una mujer que destila sensualidad por donde vaya, explotando al máximo su femeneidad, desatará las pasiones y los demonios de Luis Vega (Echarri) quien al conocer al personaje de Leticia Bredice (Laura) se verá seducido por su enigmática personalidad, un rol que la Bredice puede realizar a la perfección por la gran plasticidad que tiene como actriz y no deja de sorprender y poner en evidencia su histrionismo para el policial negro.


Cabe destacar la música original de Sebastián Escofet, que es una pieza clave para mantener ese suspenso casi incómodo, dado que de algún modo la historia nos coloca en un lugar también de reflexión de nuestros secretos, nuestras paranoias y hasta donde estamos dispuestos a llegar.  A fin de cuentas, todos tenemos un grado de violencia entumecida.

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