El Brilla Cordelia se pone la nariz roja para recibir a “Tan
simple como soñarlo despacio”, el reestreno del unipersonal de Romina Mónaco
dirigido por Julia Muzio, en el marco del Ciclo de Unipersonales que se presentan los viernes a las 23hs.
Se aproxima la hora de ingresar y ya se percibe un ambiente
particular, desde la comodidad de un sillón reciclado se logra visualizar un
ambiente algo vintage y ecléctico a la vez; muebles de distintos materiales,
televisores viejos a modo de adorno y hasta paraguas con lunares en el
techo. Todo esto remite a la película
Amelí que si bien aún parece un dato aislado, la obra lo llenará de
sentido.
Se ingresa a la sala y las luces se apagan, cuando se encienden
comienza la historia, un relato lleno de fantasía, un universo de imaginación
que compone con gran histrionismo Romina Mónaco pero que el público termina por
completar. Éste unipersonal de Clown cuenta
como una mujer cansada de su situación decide irse y empezar de cero, sola,
pero con la esperanza intacta de encontrar a alguien, esa persona que complete
su mundo de fantasías.
La obra, como en esa gran historia del cine francés, está
llena de detalles de miradas, de fantasía e imaginación. Es un espectáculo divertido pero repleto de
ternura, esa virtud del clown, la posibilidad de representar la adversidad
desde esa mirada tan particular.
Al finalizar el público aplaude y agradece ese instante, esa
invitación a seguir creyendo en un mundo mejor, mérito de ésta bella puesta de
clown.
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